PRIMEROS PASOS
Desde muy niño, la pintura lo marca para siempre. Al ver un cuadrito en la escuelita fiscal quedó maravillado. Es allí donde todo se inicia. El paisaje de la hacienda, los cerros, el tren que pasaba a la distancia, los cuentos y las leyendas contadas en las noches oscuras por sus abuelos, fueron creando imágenes en el subconsciente del artista.
Una vez ingresado a Bellas
Artes era el primero en llegar y el último en salir. Comenzó a estudiar y a
copiar a los impresionistas y a los clásicos. Así como a Leonardo da Vinci y a
Diego de Velásquez, por cuenta propia. Allí descubrió una gran paleta, colorido
y técnica, el arte estaba en sus venas. En la Escuela de Bellas Artes fue un
alumno brillante y trabajador. Cuando vendió su primer cuadro a un extranjero
canadiense, su madre doña Antonia quedó sorprendida al ver tantos dólares por
un cuadro. Decía mucho dinero.
Terminó su educación en Bellas
Artes; pero cuando su director Alberto Dávila le prometió la Medalla de Oro en
el salón de Actos y no cumplió –cuenta Brenner– le dolió tanto en el alma, y
lloró y se emborrachó y decidió rechazar el premio el día de la entrega.
Otro gran reto en su vida es
que tenía que trabajar día y noche, y demostrar que el camino era difícil pero
no imposible.
Obra1: Otorongo Azul
Óleo sobre Tela – 2002 – 1.80
x 4.50
ANALISIS: Lógicamente en esta
obra encontramos el predominio del color azul, figuras ligadas a la flora y
fauna de la naturaleza amazónica de nuestro país. Aparentemente el otorongo
está flotando o en pleno salto para alcanzar a alguna presa. No es simétrico y
presenta una combinación clara de colores fríos y cálidos. Seguramente al
separar el tríptico, esto le debe dar más efecto de movimiento a la imagen.
Obra2: Mandarín Otorongo Azul
Óleo sobre tela – 2002 – 1.14
x 1.46
ANÁLISIS: En la siguiente obra
podemos observar un personaje enigmático de gran atuendo rojo, el cual al
juzgar por el contexto y su peculiar vestimenta, intenta hacer referencia a la
cultura oriental. Los pocos adornos vegetales del fondo le dan un toque de
frescura al cuadro y sirven de buen acompañante a la imagen principal.
Predominan los colores cálidos.
Obra3: Danza de Hayahuasca
Óleo sobre lienzo 0.90 x 1.20
Al parecer el cuadro representa a dos féminas en alguna actividad
cercana, puede ser bailando bajos los efectos de aquella bebida etílica de la
selva peruana llamada ayahuasca. Y en la parte inferior hay un personaje que trata de pasar desapercibido .
La utilización de colores cálidos y de diferentes gamas intentan
manifestar la embriaguez que produce la bebida.
Por: Kevin Lee Salas
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